La Romería
LA CORCHUELA
EL LUGAR

Cruzan el parque diversos cursos de agua que propicia una vegetación asociada a este bien preciado. Todas estas potencialidades lo capacitan para presentarse como una zona de esparcimiento bastante idónea. Todas estas características atraen curiosidades científicas, recreativas, didácticas o puramente de disfrute sensuales de la naturaleza. Por todo ello, muchas han sido las familias, grupos de amigo, colegios, institutos o expediciones de senderismo y otros deportes que habitualmente se desplazan al bello paraje para disfrutar de la naturaleza en convivencia. En los últimos años ha sido modernamente equipado con carriles bici, parques infantiles, zonas deportivas, zona de aparcamientos, servicios públicos, fuentes de agua potable, abrevaderos para el ganado, miradores, barbacoas, bancos, mesas y todo tipo de necesidades que el usuario precisa para su disfrute.
La Hermandad de San Isidro establece un amplio dispositivo, bajo la dirección del Consorcio que gobierna el parque junto a las Delegaciones municipales de Festejos y Turismo y Obras y Servicios encaminados a protegerlo de la multitudinaria visita que recibe el día de la Romería. En el dispositivo que se pone en marcha participan el Alcalde de carreta de la Hermandad de San Isidro, miembros del cuerpo de bomberos de Los Palacios, la Protectora de Animales del municipio, técnicos de la Delegación de Medio Ambiente, jardineros municipales, Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, médicos, servicio de ambulancias, guardias rurales y forestales del propio parque, así como un dispositivo especial de limpieza y mantenimiento de las instalaciones para que durante, y tras la Romería, se preserven los valores que atesora. Además de todo ello, la Hermandad y Ayuntamiento de Los Palacios despliegan anualmente campañas de concienciación ciudadanas.
HISTORIA DEL PARQUE
Los terrenos de este magnífico espacio formaban parte, hace unos años, del antiguo Cortijo de “La Corchuela”, situado en el término municipal de Dos Hermanas y que, durante muchos años, fue propiedad de la familia Ramos Paúl. En 1966, el Ayuntamiento de Sevilla adquirió a dicha familia una extensión aproximada de unas 720 hectáreas. En una parte de la misma, el consistorio hispalense ubicó las viviendas del Poblado de La Corchuela, mantenidas allí hasta su total erradicación, en 1977. Fue entonces cuando el ICONA inició las tareas de creación de un parque forestal sobre el espacio. Años más tarde, el Ayuntamiento de Dos Hermanas reavivó la aspiración de hacerse con toda su extensión territorial.